Llamada a la acción: GLOBAL MAY DAY 2025
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¡May Day! ¡May Day!
¡Autoorganización contra el autoritarismo, el fascismo y las dictaduras!
La estrategia de movilizar a las personas sobre la base de la ansiedad económica y cultural, y construir un nacionalismo identitario para obtener poder, se describe de varias formas: nacionalismo mayoritario, autoritarismo populista o populismo de derecha (PDD).
Fuente: ¿Qué hacen los autoritarios populistas cuando gobiernan? por Kamal Mitra Chenoy, EPW.in
Los movimientos autoritarios y de derecha están ganando fuerza en todo el mundo, y cada vez más gobiernos autoritarios están llegando al poder. Estos desarrollos van desde el creciente poder de movimientos políticos reaccionarios (por ejemplo, en Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Israel y Francia) hasta regímenes cada vez más autocráticos y oligárquicos (por ejemplo, en Argentina, EE.UU., Hungría, Austria, Filipinas, Indonesia, Hong Kong, Italia, Nicaragua, Rusia, India, Turquía y Bangladesh), así como estados abiertamente represivos y autoritarios (por ejemplo, en Myanmar).
Aunque es necesario considerar los contextos históricos locales para comprender plenamente los desarrollos autoritarios, existen similitudes importantes. Una característica común es la fusión de los intereses del capital organizado con un Estado nacional represivo. Las personas trans suelen ser uno de los primeros objetivos. Tras la llegada de Milei al poder en Argentina, fueron las primeras en ser despedidas del sector público. Se han observado desarrollos similares en Italia, con Meloni de Fratelli d’Italia en el poder. Allí también se atacó a las personas trans desde el gobierno de derecha. Se restringe el acceso a la atención médica para la transición de género, especialmente para los jóvenes.
El autoritarismo describe “ideologías de desigualdad” como el racismo, el sexismo, el nacionalismo, el clasismo y el chovinismo. Es un fenómeno social, cultural, político y económico. Al observar el mundo actual, sin duda podemos hablar de un resurgimiento del autoritarismo.
Crisis tras crisis tras crisis. Las inseguridades sociales y económicas dan forma a condiciones de vida precarias para muchas personas. La oferta de ideas autoritarias promete seguridad: tienes un lugar en el mundo y puedes dirigir tu frustración hacia quienes son más débiles. Un sistema cada vez más inestable se sostiene por medio de fuerzas estatales. Por lo tanto, la expansión del autoritarismo no es solo un movimiento “desde arriba”, es decir, una conspiración de las élites, ni un “levantamiento desde abajo”.
Para alcanzar el poder, los políticos reaccionarios utilizan retórica antisistema, preocupaciones por la seguridad pública y acusaciones de criminalidad (por ejemplo, contra la oposición, la sociedad civil y las minorías sociales) como pretexto para restringir libertades, a menudo con el apoyo de élites arraigadas.
Los primeros años de la industrialización ya vieron la demonización y represión estatal de los pobres, indigentes, y movimientos políticos obreros: cualquiera que no formara parte de una fuerza laboral dócil. Una vez que las luchas sociales ganan espacio democrático, el capital organizado está dispuesto a sacrificar los derechos humanos para reprimir a la clase trabajadora.
Las democracias (neo)liberales no garantizan un futuro libre de autoritarismo. El antiautoritarismo debe ir más allá de simplemente “defender la democracia”.
Para muchos países del llamado Sur Global, el liberalismo del Norte Global ha significado más a menudo tiranía que democracia. Al fin y al cabo, las democracias liberales modernas se construyeron sobre la esclavitud, así como sobre la deshumanización y el genocidio de los pueblos indígenas. Prosperaron y siguen prosperando sobre la brutal extracción de recursos, y hoy respaldan un régimen fronterizo que considera a decenas de miles de migrantes que mueren al intentar cruzar fronteras militarizadas como básicamente “desechables”. Esta deshumanización de personas para ejercer el poder es parte integral del modo actual de capitalismo.
No ganaremos un mundo mejor esperando que llegue la persona correcta al poder – o que salga la persona equivocada. Tenemos que organizarnos y luchar. Luchar para transformar la sociedad; transformar el mundo organizándonos en nuestros lugares de trabajo, nuestras escuelas, nuestros barrios.
Además de contrarrestar las tendencias autoritarias, nuestro objetivo es superar las raíces de los problemas: el sistema salarial y el capitalismo mismo. Luchamos por la construcción de un mundo organizado por y para nuestra clase, uno que funcione en armonía con la tierra.
Organicémonos para dar forma al discurso público. Organicémonos para propagar narrativas que se opongan a los desarrollos autoritarios y luchar por una vida mejor para la clase trabajadora, por una semana laboral de 30 horas (sin reducción salarial) y por buenas pensiones públicas gestionadas por los propios trabajadores, que permitan una vida digna.
¡Trabajadores y trabajadoras del mundo, uníos!
¡Llamamos a la solidaridad global de la clase trabajadora este Primero de Mayo – y todos los días!
¡Libertad para todos los antifascistas!
#globalmayday2025
#1world1struggle
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